Según la fiscal delegada de Menores para la Comunitat Valenciana, Gema García, todos los días llegan delitos perpetrados con el teléfono móvil a su área de menores. Así lo aseguró el pasado día 7 de agosto durante un curso de verano que la Universidad Católica de Valencia celebraba en Santander. Entre este tipo de delitos se incluyen denuncias referidas a casos de sexting y grooming, explicó García .
La fiscal añadió que el acoso escolar también ha pasado a las nuevas tecnologías dando lugar al llamado ciberbullying, que puede implicar «delitos como injurias, amenazas o contra la intimidad o la integridad personal a través de las redes sociales». Por ello, considera que «no se debería permitir que los menores de 14 años dispusieran de un teléfono con conexión a Internet» para evitar que puedan ser víctimas o incluso autores de estos delitos.
Esa es la edad de responsabilidad penal y según alertó García, hay niños de 10 años que usan estos teléfonos inteligentes sin que los padres les den la «formación necesaria para el conocimiento de los límites».
La empresa tejana ImageVision ha desarrollado una aplicación basada en la nube y denominada EyeGuardian que permite monitorizar la cuenta de Facebook, el teléfono y el ordenador de los menores a la búsqueda de imágenes de desnudos y de mensajes inadecuados.
Según afirma su creador, la necesidad de esta aplicación surgió cuando en 2008 la hija de un amigo, que tenía entonces 13 años, recibió una foto «indecente» de otro adolescente en su móvil. Entonces buscó algún software que bloquease ese tipo de imágenes, y no halló ninguno.
La aplicación desarrollada analiza la actividad en Facebook, identificando potenciales amenazas, peligros y comportamientos poco habituales y monitorizando a los amigos, y las peticiones de amistad así como todas las imágenes y vídeos que se publican. La aplicación supuestamente es capaz de distinguir entre una imagen de alguien desnudo y de alguien en traje de baño, y de enviar una alerta por SMS o e-mail.
El problema, para la empresa desarrolladora, no es la existencia del porno, que reconocen que no es nueva en Internet, sino que con redes sociales como Facebook cualquier amigo puede publicar mensajes e imágenes problemáticas en el muro de una persona, poniéndolas a la vista de otros amigos o del público en general, incluyendo insultos e injurias por ejemplo con el objetivo de dañar la reputación de esa persona.
EyeGuardian permite controlar cuestiones como:
Lo que otra gente publica en el muro del menor.
Las imágenes en las que le/la etiquetan.
Los álbumes de fotos del menor.
Los textos que publica.
Conceptos sobre los que se habla: p.ej. drogas.
Individuos sospechosos (??) que intentan hacerse amigos del menor.
La aplicación está pensada para padres también de menores de 13 años (la edad mínima para hacerse una cuenta en Facebook) porque es fácil y común que niños de 8 a 12 (o más pequeños) mientan sobre su edad y entren en esta comunidad online exponiéndose a desconocidos e incluso publicando fotos inocentes (o no tanto) que pueden captar la atención de los depredadores sexuales.
No sólo el sexting amenaza a los más jóvenes en este tipo de redes sociales de Internet, sino que el ciberbullying también está presente.
Según un estudio de OnlineSchools.com, el 11% de los padres estadounidenses se han inscrito en Facebook para vigilar lo que hacen sus hijos. El 41% mira las actualizaciones de estado, el 39% leen los muros, el 29% miran las fotos que comparten y el 76% mira el historial de navegación en el ordenador que usan sus hijos.
Otro estudio encargado por ImageVision muestra que el 78% de los padres de chicos que usan las redes sociales estaban «muy preocupados» por el contenido inapropiado, aunque la mayoría no podían entrar en las cuentas de sus hijos para monitorizarlas.
La línea de denuncia online de PantallasAmigas recibió durante el pasado año 2010 un total de 210 denuncias. La edad media de los denunciantes fue de 33,6 años, recibiéndose un 5,7% de denuncias de menores y otro 3,3% de denuncias efectuadas por adultos referidas a problemas sufridos por un(a) menor.
La mayoría de denuncias procedían de España (71,9%) con una presencia minoritaria de otros países encabezada por Argentina y Colombia, seguidos a cierta distancia por Perú, México, Chile, Uruguay y Venezuela.
En cuanto al objeto de las denuncias los problemas derivados del sexting fueron el 8,6% (18 casos).
En lo que va del año 2011 las denuncias recibidas en Denuncia-online.org ya han superado las recibidas en todo el año 2010. Aunque los datos no serán publicados hasta que finalice el año, se está observando recientemente un aumento alarmante de los casos relacionados con la sextorsión, que en 2010 fue objeto de denuncia en 8 ocasiones (3,8% de las denuncias recibidas).
Los delitos cometidos a través de las redes sociales online llaman la atención de la Fiscalía del País Vasco, que en su memoria de 2009 afirma que «se han constituido en un medio muy eficaz» para el delito. Para el organismo judicial vasco es especialmente alarmante el enorme número de relaciones que entablan los menores de edad y la información personal y sensible que comparten en estos entornos online y en otros como las redes de mensajería instantánea (como Windows Live Messenger). Como ejemplo, en 2009 se tramitó una denuncia por exhibicionismo a través de Messenger por parte de una persona que había engañado previamente a un menor de edad.
Ante la dificultad de perseguir este tipo de delitos online, la Fiscalía recomienda la prevención y que los padres provean a sus hijos de los sistemas de seguridad adecuados. También destaca la importancia de la colaboración ciudadana: en 2009 la Ertzaintza recibió once denuncias de personas que se habían descargado por error archivos con pornografía intantil en redes P2P y que permitieron investigarlos. En estos casos unos jueces vascos lo califican de distribución o difusión, mientras que otros lo califican de mera tenencia de pornografía infantil, con un castigo más leve.
Otra serie de delitos informáticos que se están cometiendo a través de redes sociales son las amenazas, coacciones e injurias. Suelen ser casos de jóvenes que realizan manifestaciones contra el honor de otro en chats o que introducen sus datos en webs de contacto sexual. También se produjeron casos de exparejas que amenazan a otra con revelar secretos personales o fotos íntimas.