Paige Duke envió en 2005, cuando tenía 18 años y acababa de comenzar la universidad, unas fotos explícitas a un novio. Seis años después, cuando ella había sido elegido Miss Sprint Cup (una especie de Miss America del mundo del motor), esas fotos han reaparecido en la WWW y le han costado su puesto de trabajo, pues la organización ha aplicado una cláusula de rescición de contrato por inmoralidad.
Duke ha reconocido que las fotos son suyas y el momento en que fueron hechas y para quien. En declaraciones públicas ha advertido a las chicas para que no piensen que las fotos privadas siguen siendo privadas para siempre, y que aprendan de su caso. Los expertos llevan años advirtiendo de las posibles consecuencias negativas que tiene el sexting para jóvenes y adolescentes, una de las cuales es afectar negativamente a su futuro profesional y laboral. Dado el auge actual del sexting, es previsible que este tipo de casos se multipliquen en los próximos años, a medida que los adolescentes que ahora lo envían se convirtan en jóvenes adultos que, como en el caso de Duke o de otras jóvenes alcanzan cierta fama o relevancia profesional.
Ahora el abogado de Paige Duke está luchando para que dichas fotos desaparezcan de Internet y para averiguar cómo fueron difundidas en un primer momento.
Sexting: un nuevo riesgo para los menores 
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