Según un estudio del Internet & American Life Project del Pew Research Center en EEUU un 15% de los usuarios de teléfonos móviles de entre 12 y 17 años han recibido fotos de desnudos o semidesnudos en sus terminales. Tan sólo un 4% admite haber enviado esas fotos.
Un estudio de MTV/Associated Press que ha aparecido también este mes arroja unas cifras algo más altas: cerca de 1/3 de los jóvenes entre 14 y 24 años encuestados recibieron emails o mensajes de móvil con imágenes o textos de contenido sexual. El 1% afirmó que había compartido una foto de sí mismo/a desnudo/a por medios electrónicos.
Para Amanda Lenhart, especialista autora del estudio de Pew, aunque los números globales son relativamente bajos, hay un efecto pásalo que hace que el sexting afecte indirectamente a un gran número de adolescentes.
Se han producido hasta el momento al menos dos casos de suicidios entre adolescentes a causa de imágenes de sexting que habían sido difundidas ampliamente y utilizadas para atormentarlos.
Según la experta Parry Aftab, un consejo que recordar es: «Si no quieres que tus padres, el director del instituto, un depredador sexual, la policía, el entrenador del equipo donde quieres jugar o tu futuro jefe lo vean… entonces no lo publiques.» Aconseja a los padres que cuando hablen con sus hijos sobre el tema no se centren en el aspecto sexual del asunto, sino en las repercusiones que puede tener la difusión, el acoso, etc.
Según el estudio de Pew, no hay diferencias entre ambos sexos pero sí que aumentan los casos con la edad: entre los diecisieteañeros el 8% había enviado imágenes sexualmente provocativas y el 30% las había recibido.
Algunos aspectos sociales interesantes que se apuntan sobre el sexting son que los adolescentes podrían tomar estas imágenes como un sustituto de las relaciones sexuales, y que se están usando como una especie de moneda emocional, que necesitan pagar para mantener una relación.
Algunos investigadores clasifican el sexting en tres tipos:
- Imágenes intercambiadas en el seno de una pareja.
- Imágenes enviadas entre los miembros de una pareja, que son reenviadas fuera de ella.
- Imágenes enviadas a alguien con quien no se mantiene una relación de pareja o sexual, pero que se desea mantener.
Fuente: Christian Science Monitor